
La Tubastrea, también conocida como el coral de disco o la estrella del mar tubular, es un fascinante miembro del reino animal que captura la imaginación con su peculiar belleza y hábitos inusuales. Pertenece a la clase Anthozoa, un grupo diverso de animales acuáticos que incluye corales, anémonas y medusas. A diferencia de sus parientes más conocidos, la Tubastrea no forma colonias extensas como los grandes arrecifes de coral, sino que prefiere una vida solitaria, anclada firmemente a las rocas del fondo marino.
Su cuerpo en forma de pólipo cilíndrico puede alcanzar un tamaño de hasta 5 centímetros de altura y presenta una base ancha que se fija al sustrato. Lo más llamativo de la Tubastrea es su corona de tentáculos cortos y gruesos que rodean la boca, dispuestos en un patrón radial similar a los rayos de una estrella. Estos tentáculos son esenciales para su supervivencia, ya que capturan pequeños organismos planctónicos que flotan por el agua.
La Tubastrea es un depredador oportunista, aprovechando las corrientes marinas para llevar presas hasta sus tentáculos pegajosos. Una vez atrapada la presa, los tentáculos la dirigen hacia la boca, donde la ingieren y digieren mediante enzimas especializadas. Su dieta se compone principalmente de zooplancton, pequeños crustáceos y larvas de peces.
Al igual que otras especies de Anthozoa, la Tubastrea posee una simbiosis crucial con algas unicelulares llamadas zooxantelas. Estas algas viven dentro de los tejidos del pólipo y le proporcionan nutrientes a través de la fotosíntesis, mientras que el pólipo les ofrece un hogar seguro y acceso a luz solar.
Esta relación simbiótica es esencial para la supervivencia de la Tubastrea, ya que le permite obtener energía adicional de la luz solar. La presencia de las zooxantelas también contribuye al color vibrante de la Tubastrea, que varía desde tonos verdes y amarillos hasta rojos y azules según la especie y la concentración de algas.
La danza de la Tubastrea
Uno de los comportamientos más curiosos de la Tubastrea es su capacidad para “bailar” con la corriente. Cuando las corrientes marinas son fuertes, la Tubastrea se puede observar balanceándose suavemente de un lado a otro, como si estuviera disfrutando de una danza submarina. Este movimiento no es voluntario, sino que es una respuesta a la fuerza del agua.
Los tentáculos flexibles de la Tubastrea se ajustan al flujo de la corriente, permitiendo que el pólipo se mueva con la marea sin perder su posición en el sustrato.
Este comportamiento único le permite a la Tubastrea capturar presas que son arrastradas por la corriente, aumentando así sus posibilidades de obtener alimento.
Característica | Descripción |
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Forma del cuerpo | Cilindro con base ancha |
Tamaño | Hasta 5 cm de altura |
Color | Verde, amarillo, rojo o azul |
Tentáculos | Cortos y gruesos, dispuestos radialmente |
Alimentación | Zooplancton, pequeños crustáceos, larvas de peces |
Simbiosis | Zooxantelas (algas unicelulares) |
Reproducción y ciclo de vida
La Tubastrea se reproduce tanto sexual como asexualmente. La reproducción sexual implica la liberación de gametos (espermatozoides y óvulos) al agua, donde se fusionan para formar larvas. Estas larvas son planctónicas y flotan libremente en el océano hasta que encuentran un lugar adecuado para asentarse y convertirse en pólipos adultos.
La reproducción asexual ocurre a través de la fragmentación o la gemación. En la fragmentación, un fragmento del pólipo se desprende y crece hasta formar un individuo nuevo. La gemación implica la formación de nuevos pólipos a partir de un pólipo existente.
Ambos métodos de reproducción contribuyen a la expansión y supervivencia de la especie en diferentes ambientes marinos.
La Tubastrea es una criatura fascinante que destaca por su belleza única, su comportamiento inusual y su importancia ecológica. Su simbiosis con las algas zooxantelas ilustra la interconexión vital dentro del ecosistema marino. Como un baile constante entre la corriente y la captura de presas, la Tubastrea nos recuerda la diversidad y complejidad del mundo submarino, un reino aún por explorar en gran medida.